Los detectores de humo son una parte importante de la seguridad comercial, doméstica e industrial. Estos dispositivos de protección detectan advierten automática acerca de la presencia de humo en las instalaciones, esto más cuando no hay nadie o se está durmiendo, puede salvar vidas.

Si bien puede ser fácil olvidarse de revisar y probar las alarmas de humo con regularidad, es importante asegurarse de que no solo tengan el mantenimiento adecuado, sino que también estén instaladas correctamente.

Estos pequeños dispositivos advertirán con anticipación que existe un problema potencial que, con suerte, te dará valiosos segundos para salir. Recuerda cambiar las pilas con regularidad si es necesario. Algunos detectores dependen de una batería como respaldo. Esto deberá cambiarse anualmente como mínimo.

Deben reemplazarse cada 10 años. Recuerda que el polvo y otra contaminación reducirán la efectividad del detector, por lo que la mayoría de los fabricantes sugieren que use la parte de cepillo suave de una aspiradora para limpiar alrededor de las rejillas de ventilación y los sensores una o dos veces al año.

Se recomienda que haya detectores de humo en cada piso de una casa u oficina. Si las puertas de las habitaciones se cierran con frecuencia, es mejor instalar un detector en esas habitaciones; sin embargo, las alarmas de humo deben colocarse lejos de las habitaciones que generan vapor, como los baños y cocinas, ya que se puede activar el detector de humo.

La mayoría de los detectores de humo utilizan cinta adhesiva de doble cara para pegar el dispositivo al soporte del techo. Para instalar correctamente un detector de humo, deberá perforar el soporte en el techo y luego colocar el detector de humo en el soporte adhesivo.

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